Objetivos Estratégicos

a. UN NUEVO ENFOQUE PARA LA POLÍTICA HABITACIONAL

Una de las tareas prioritarias del ministerio es hacer frente al déficit habitacional. Según los datos del Censo 2017, el déficit cuantitativo cayó un 25 por ciento entre 2002 y 2017, de 521 mil 957 a 393 mil 613 viviendas. Según datos de la encuesta Casen 2017, el déficit cualitativo aumentó un uno por ciento entre 2003 y 2017, de un millón 288 mil 280 a un millón 303 mil 484 viviendas que requieren al menos un mejoramiento.

Esta realidad requiere priorizar acciones que permitan aumentar la cobertura y calidad de los programas habitacionales, de manera que puedan responder a las exigencias de fenómenos como el aumento de los precios de las viviendas, la escasez de suelo, o el aumento de la migración, entre otros factores.

Es así como se ha promovido la actualización de la política habitacional, adaptando las diferentes soluciones habitacionales de manera de hacer más eficiente no solo la adjudicación de los subsidios, sino también su aplicación real. Esto impacta directamente en la calidad de vida de las personas más necesitadas y de la clase media.

  • Nueva política de arriendo
    Desde 2014, los postulantes al Programa de Arriendo aumentaron en casi un 28 por ciento. En 2018, postularon más de 23 mil familias, siendo siete mil 240 las familias beneficiadas. Los procesos de postulación evidencian tendencias en torno a familias jóvenes y mujeres vulnerables: el promedio de edad de los postulantes es de 38 años y los seleccionados de hasta 30 años, corresponden al 41 por ciento de las familias. Por otra parte, en 2018 el 82 por ciento de seleccionados fueron mujeres y de ellas casi el 90 por ciento pertenece al 40 por ciento más vulnerable.Esto plantea desafíos en cuanto a: (i) mejorar la cobertura y alcance de los subsidios en las actuales condiciones del parque habitacional; (ii) focalizar la atención en jóvenes y mujeres vulnerables; (iii) atender problemas como el arriendo informal y precario; y (iv) beneficiar a familias de diversos tramos del Registro Social de Hogares.Por ello, se ha planteado como objetivo contar con una política de arriendo que vía componentes de apoyo a la demanda y fortalecimiento de la oferta de viviendas (asequibles, de calidad y bien localizadas) que contribuyan a la integración social y urbana. Se propone un Arriendo Protegido, promoviendo el uso de suelo fiscal para concesionar mediante licitación pública, la construcción de viviendas y edificios para arriendo y bajo la condición de contemplar un porcentaje de viviendas destinadas a beneficiarios del subsidio de arriendo.
  • Atención a la clase media
    El Programa de Subsidio para Sectores Medios del MINVU entrega subsidios habitacionales destinados a apoyar la compra o construcción de una vivienda
    a familias que tienen capacidad de ahorro y la posibilidad de complementar el valor de la vivienda con un crédito hipotecario o recursos propios. Pese al éxito del programa, hay familias que han presentado problemas para acceder al financiamiento de su vivienda.El ministerio se ha propuesto priorizar esta línea de trabajo, de modo que, entre el esfuerzo realizado por la familia a través del ahorro para postular y el subsidio otorgado, aumente el acceso a la vivienda de sectores medios, superando la barrera del pie exigido por la banca para optar a un crédito hipotecario.
  • Más integración social
    A través del Programa de Integración Social y Territorial, se ha logrado avanzar en materia de políticas de vivienda integrada, con la ejecución de conjuntos
    habitacionales con diversidad social, donde el 27 por ciento de las viviendas están destinadas a las familias más vulnerables de la población, con mejores
    equipamientos y conectividad y en ciudades con mayor déficit habitacional, lo que, de paso, contribuye a la economía con incentivos al sector de la construcción.El programa se verá potenciado por la definición de Zonas de Vivienda Integrada en los Instrumentos de Planificación Territorial, en áreas que cuentan con fuerte inversión estatal, como líneas troncales de transporte público, estaciones de metro o parques, promoviéndose en dichos lugares la densificación equilibrada e integrada socialmente.
  • Vivienda sin deuda
    El Fondo Solidario de Elección de Vivienda, dispuesto para las familias más vulnerables, contribuye a reducir con fuerza el déficit cuantitativo de viviendas,
    asignando anualmente recursos para la adquisición de viviendas o construcción de proyectos habitacionales. Se han planteado mejoras para este instrumento con el propósito de volverlo más eficiente, en cuanto a simplificar procesos de evaluación y ejecución; mejorar su esquema de financiamiento, actualizando montos de subsidio y el compromiso de las familias a través del ahorro; fortaleciendo a los ejecutores del programa, incrementando capacidades externas e internas; y adecuando requisitos de los contratistas al tamaño de las obras que comprometan.
  • Mejoramiento de vivienda y barrio
    Para mejorar la calidad del parque habitacional construido, el ministerio ha perfeccionado la herramienta que atiende las deficiencias y obsolescencias de viviendas y entornos, anteriormente conocido como Programa de Protección al Patrimonio Familiar, por el nuevo Programa de Mejoramiento de Vivienda y Barrios. El principal cambio de enfoque, apunta a superar la mirada sobre patrimonio individual y, a cambio, poner foco en la calidad residencial de personas y comunidades con acento en los entornos. A partir de este cambio de paradigma, el programa busca dar soluciones más integrales, agrupadas en cuatro ámbitos:

    • Equipamiento, que implica potenciar el entorno al servicio de un grupo de viviendas.
    • Vivienda, enfocado en mejorar la habitabilidad de casas y departamentos.
    • Mejorar las condiciones de conjuntos habitacionales, sus bienes comunes construidos y no construidos.
    • Eficiencia energética, que busca dar soluciones más sustentables a las necesidades en viviendas y conjuntos.
    • Este nuevo subsidio no está solamente dirigido a familias, sino también a personas jurídicas o agrupaciones, y permite adecuar los proyectos dependiendo
      de su complejidad y escala. Además, su mecanismo de postulación impulsa un rol más activo del ministerio, en cuanto a definir las condiciones de oferta y la
      focalización territorial de los llamados a postulación.

b. PLAN NACIONAL DE CAMPAMENTOS: NUEVO DIAGNÓSTICO Y NUEVAS ACCIONES

El programa de gobierno estableció como prioridad, no solo la atención de familias que viven en asentamientos irregulares, sino también la generación de mecanismos para reducir la entrada de nuevas familias en campamentos.

  • Nuevo Catastro Nacional de Campamentos 2018
    A partir de ese mandato, el ministerio ha impulsado un nuevo Catastro Nacional de Campamentos. Éste no sólo entrega datos más actualizados que la versión anterior, sino que cuenta con una metodología renovada y con herramientas tecnológicas que han permitido obtener información más precisa, exhaustiva y de calidad que la versión 2011, en términos de registro y georreferenciación.De este modo, se cuenta con una radiografía más clara sobre el número de hogares y personas en campamentos y además sobre su localización, concentración y tipología de asentamiento, así como un perfil más acabado de las familias, para diseñar estrategias más integrales y mejor focalizadas, a través de un trabajo multisectorial, para mejorar sus condiciones de vida, ya sea a través de procesos de radicación como de erradicación. El nuevo catastro también será un insumo fundamental para determinar el diseño de políticas para familias migrantes que viven en esta situación.
  • Nuevas acciones
    Se ha establecido una mesa de trabajo con el sector privado e instituciones sociales, denominado Compromiso País, con el objeto de buscar nuevas soluciones para campamentos. El segundo semestre del año 2018, se firmó un convenio de cooperación con la Cámara Chilena de la Construcción, para acelerar los cierres de campamentos priorizados, el cual propone las siguientes acciones principales:
    (i) entregar en campamentos subsidios de adquisición de vivienda construida en proyectos existentes; (ii) desarrollar proyectos nuevos para el cierre de
    campamentos; (iii) digitalizar procesos de presentación de proyectos del Fondo Solidario de Elección de Vivienda; (iv) capacitar a personal MINVU del área de campamentos; (v) ser parte de los programas de Prodemu para brindar apoyo a mujeres de campamentos; y (vi) realizar pilotos de Barrios Transitorios.

c. AGENDA PARA LA INTEGRACIÓN SOCIAL Y URBANA

MINVU desarrolla una serie de iniciativas que marcarán el sello de la gestión impulsada por el gobierno, con el propósito de promover la construcción de viviendas con integración social y atender la alta segregación urbana. Esta agenda considera el Proyecto de Ley de Integración Social y Urbana (Boletín 12288-14) y el reglamento de la Ley N° 20.741, que modifica en parte el DFL 2 de 1959, y que facultó al ministerio para establecer beneficios de normas urbanísticas para proyectos de viviendas integradas que se emplacen en determinados lugares.

El Proyecto de Ley de Integración Social y Urbana, conlleva el cambio de nombre hacia un nuevo Ministerio de Ciudad y Vivienda, relevando la importancia de las urbes y su planificación, confiriéndole al ministerio y sus secretarías regionales (i) más atribuciones para la supervigilancia sobre los instrumentos de planificación territorial para facilitar el desarrollo de proyectos de integración social; (ii)atribuciones para densificar de manera equilibrada y también integrada socialmente zonas de desarrollo urbano donde haya fuerte inversión estatal, como líneas troncales de transporte público, estaciones de metro o parques; y (iii) facultad a los Planes Reguladores Intercomunales, para que también puedan establecer Zonas de Integración Urbana, cuyos beneficios o excepciones, predominarán sobre las normas generales de un Plan Regulador Comunal.

Con ello, se está dando cumplimiento a la necesidad de normar la categoría de Proyectos de Viviendas Integradas y las “Zonas de Integración Urbana”, lo que permitirá determinar – en los sectores donde es posible densificar – la inclusión de un porcentaje de viviendas destinadas a beneficiarios de subsidios, además de promover la generación de más servicios, equipamiento y parques, entre otros. El proyecto de ley establece normas urbanísticas, aplicables a los proyectos integrados, que podrán ser objeto de beneficios, resguardando que no se generen impactos negativos en el sector ni en su entorno.

Junto con impulsar estos cambios estructurales, el ministerio está realizando acciones concretas que permitan materializar a corto plazo las directrices de la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU), en materia de integración social y urbana. El objetivo 1.3.1 PNDU señala que no solo se debe considerar “el valor del suelo y el costo directo de la construcción, sino también los beneficios y costos para los futuros residentes y la sociedad, incluyendo la localización e integración urbana del terreno, la calidad del conjunto, la durabilidad, mantención, operación y posible ampliación de las viviendas, los costos en
tiempo y dinero del traslado, la dotación de equipamiento y servicios públicos”. Por esto, y para responder a la alta demanda habitacional, Planes Urbanos Habitacionales son gestionados en la mayoría de las regiones del país, donde además de entregar soluciones habitacionales, se dotará de equipamiento y áreas verdes, evitando “el desarrollo de nuevas situaciones de segregación social urbana” (objetivo 1.3 PNDU). En esa misma línea, se continúa el trabajo con los conjuntos habitacionales construido por el Estado en décadas anteriores, que hoy afectan negativamente la calidad de vida de las familias que habitan en ellas a través del Programa de Regeneración de Conjuntos Habitacionales.

Se avanzó en la implementación de seis pilotos de regeneración de áreas centrales. Estos permiten asistir viviendas que se encuentran en un proceso de deterioro tanto urbano y habitacional, a pesar de estar bien emplazadas en los centros de las ciudades y contar acceso a servicios. Para lograr lo anterior, se integrarán iniciativas de inversión pública y privada que fomenten el desarrollo económico local.

Finalmente, MINVU reconoce que Chile es un país con diferencias geográficas, donde las localidades más apartadas se han visto afectadas por una distribución desigual de oportunidades y acceso a servicios, para lo cual el ministerio impulsa el Programa para Pequeñas Localidades (Lugares que Crecen) y el Programa de Habitabilidad Rural, que buscan promover y asegurar la equidad territorial, reducir brechas de acceso, y reducir el déficit urbano-habitacional, reconociendo y respondiendo a las características de las distintas localidades.

d. PARQUES URBANOS

La evidencia revela que el acceso a las áreas verdes también se distribuye de forma desigual entre los ciudadanos y potenciarla no solo mejora la calidad de vida, sino también los niveles de integración. Existen marcadas diferencias en la provisión de áreas verdes a lo largo del país, especialmente entre el norte y el resto de las regiones. Mientras regiones como Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, cuentan con menos de dos metros cuadrados de parques por persona, algunas regiones del sur como La Araucanía, Los Ríos, Aysén y Magallanes, cuentan con más de cinco m2 de parques por persona, según datos del Catastro de Parques Urbanos MINVU 2017-2018.

El país ha evolucionado en cuanto al uso de parques y plazas. Lo que hace unos diez o quince años no era prioridad, hoy sí lo es. Así lo refleja nuestra Encuesta MINVU de Percepción de Calidad de Vida Urbana 2018, que estableció que el 44 por ciento de las personas declara utilizar al menos una vez a la semana una plaza o parque urbano.

Política Nacional de Parques Urbanos
El ministerio trabajará en el desarrollo de una Política Nacional de Parques Urbanos. Política que permitirá generar un acuerdo nacional respecto a este tema y proponer además un plan de trabajo intersectorial que promueva el diseño, construcción y mantención de más áreas verdes urbanas. Plan de trabajo que a través de un modelo de gestión innovador tendiente a incrementar la sustentabilidad y que incluya la participación de la ciudadanía para que cada proyecto cuente con un sello local. Una de las bases de esta estrategia, será replicar el modelo de gestión el Parque Metropolitano de Santiago, con su red de parques urbanos en la región. Mejorar y desarrollar nuestros parques como espacios urbanos únicos, otorgará más y mejores oportunidades a las familias del país y brindará una mejor calidad de vida a sus habitantes.